Tanto la hidráulica como la neumática son parte esencial de los procesos industriales. Ambos sistemas utilizan los mismos componentes: cilindros y motores rotativos como actuadores, válvulas de control, tuberías y compresores capaces de trasmitir la energía.

La principal diferencia que existe entre estos dos sistemas es que los hidráulicos utilizan fluido (aceite hidráulico mineral) para su funcionamiento, el cual no es compresible; mientras que los neumáticos funcionan con un gas (aire comprimido), que ayuda a transmitir fuerza y movimiento.

Uno de los componentes más utilizados en la industria son los cilindros, tanto neumáticos como hidráulicos, especialmente en equipos y maquinarias que llevan a cabo operaciones difíciles y trabajos pesados.

Dependiendo del tipo de aplicación, alguno de estos sistemas toma ventaja sobre el otro, por lo que es importante darle el uso adecuado según su capacidad.

Cilindros Neumáticos

Se trata de actuadores constituidos por un cilindro hueco con un émbolo en su interior, que funcionan con aire. Principalmente se utilizan:

ü  Cilindros de efecto simple, caracterizados por tener una sola entrada de aire que se introduce a presión, haciendo que el émbolo se desplace y ejerza fuerza de empuje a través del vástago. Cuando la presión es interrumpida, el émbolo vuelve a su posición inicial con ayuda de un muelle, expulsando el aire que queda en el interior.

ü  Cilindros de doble efecto, con una entrada de aire a cada extremo, permitiendo que el émbolo pueda moverse en ambas direcciones, con efectos de empuje y estiramiento.

Una de las ventajas de los cilindros y otros sistemas neumáticos es que no generan chispas en su funcionamiento, así que son seguros en entornos donde exista inflamabilidad.

Se utilizan mucho en máquinas que ejecutan movimientos complejos; por ejemplo, aquellas que se usan en la fabricación en cadena de productos. También se usan en apertura y cierre de puertas, frenos de vehículos pesados, taladradoras, entre otros.

Cilindros Hidráulicos

A diferencia de los neumáticos, los cilindros hidráulicos son un sistema cerrado; es decir, que el liquido interno no se pierde y es incompresible, logrando generar una gran fuerza. También existen cilindros hidráulicos de simple y doble efecto, pero estos son capaces de detenerse en cualquier punto de su recorrido.

Un ejemplo interesante son las grúas, que levantan cargas muy pesadas de manera segura gracias a que utilizan cilindros hidráulicos, moviéndose y deteniéndose en cualquier momento de manera suave y con gran precisión.

Una grúa con cilindros neumáticos haría que la carga se mueva de manera brusca mientras el aire se comprime, lo que hace que sea una operación insegura.

Debido a esto, los cilindros hidráulicos son ideales y muy útiles en maquinaria industrial de todo tipo, así como en brazos robóticos, excavadoras y otros equipos. La única desventaja que se podría decir de los cilindros hidráulicos en comparación a los cilindros neumáticos es que el mantenimiento es mucho más complejo.

En Fuelles estamos seguros de lo importante que es proteger los cilindros de los agentes externos para que funcionen de manera adecuada según su aplicación, sin desperdiciar su vida útil. Su utilidad en la industria es de gran importancia para la productividad y eficiencia de las operaciones para las cuales fueron diseñados.